Garbar Blog
La sombra es un lujo. Un privilegio que, cuando se da con elegancia, transforma por completo nuestra experiencia al aire libre. No es solo una cuestión de temperatura: es un estado. Un instante de calma, de pausa, de respiro.

En el Mediterráneo, el hogar no termina en la puerta de casa. Empieza en la cocina, se extiende al comedor y continúa, sin interrupciones, hacia la terraza. Porque aquí, los exteriores son tan importantes como los interiores.

Cuando imaginamos cómo amueblar la terraza, es fácil quedarse en la superficie: un par de sillas, alguna mesa, tal vez una maceta.

Es probable que hoy en día un niño pase más tiempo frente a una pantalla que bajo el sol. Y no es culpa suya. La vida moderna ha ido desplazando poco a poco la experiencia de estar al aire libre.

Cuando se organiza un evento —al aire libre o en interior; íntimo o multitudinario— lo que realmente importa es que todo funcione. Que el montaje sea ágil, que el espacio fluya, que el equipo de catering tenga lo que necesita y que los invitados estén cómodos.
