Garbar Blog
Cuando imaginamos cómo amueblar la terraza, es fácil quedarse en la superficie: un par de sillas, alguna mesa, tal vez una maceta.

Es probable que hoy en día un niño pase más tiempo frente a una pantalla que bajo el sol. Y no es culpa suya. La vida moderna ha ido desplazando poco a poco la experiencia de estar al aire libre.

Cuando se organiza un evento —al aire libre o en interior; íntimo o multitudinario— lo que realmente importa es que todo funcione. Que el montaje sea ágil, que el espacio fluya, que el equipo de catering tenga lo que necesita y que los invitados estén cómodos.

Hay días que solo necesitan una buena sombra para volverse memorables. Una comida al aire libre, una conversación que se alarga o ese momento de calma absoluta con el mar de fondo.

No hay nada como la sensación de desplegar tu pequeño mundo allá donde la naturaleza te invite a parar. Un pícnic en el parque, una merienda improvisada con los niños o una noche de juegos en el jardín.
